sábado, 24 de enero de 2009

FORMEMOS UN FRENTE DE PROPOSICIÓN


 

Auspicia Terragno una coalición que no debería ser un mero acuerdo electoral 

Antes que un frente “de oposición”, cree que debería formarse una “frente de proposición”, con un claro proyecto de país 

El diario Clarín tituló hoy: “Terragno teje para que haya un acercamiento entre Carrió y Cobos. SE VIO POR SEPARADO CON EL VICEPRESIDENTE Y LA JEFA DE LA COALICION”.



 

Consultado sobre esto por Víctor Hugo Morales (Radio Continental), Terragno respondió: “No soy un Celestino político. No estoy proponiendo el casamiento de Calisto y Melibea.  Quiero creer que mi iniciativa tiene un propósito más profundo. A mi juicio, la Argentina carece hoy de un proyecto de mediano y largo plazo. Es necesario que lo tenga el gobierno.  Y es necesario, también, que quienes estamos en la vereda de enfrente tengamos un proyecto unificado.  Yo aspiro a que se forme –más que un frente oposición— un frente de proposición, que marque un rumbo. Y quiero aportar, a este efecto, las enseñanzas que me dejó la Alianza, que tuvo dos fases: una extraordinariamente exitosa y otra por demás decepcionante. Cuando en 1995, como presidente de la UCR, yo propuse que se formara una Alianza sin esperar a 1999, casi no hubo dirigente que estuviera de acuerdo, ni en el radicalismo ni en el Frepaso; y 100% de los comentaristas políticos dijeron que la Alianza no se iba a formar nunca. Bueno, finalmente la Alianza se formó en 1997, ganó las elecciones legislativas de ese año y llegó al poder en 1999. Pero allí comenzó el drama: el Dr. De la Rúa decidió continuar con la política ya agotada del 1 a 1, que no podía llevar sino a lo que llevó. Cualquiera que hubiese presidido el país, si se hubiese obstinado en mantener a rajatabla el 1 a 1, habría caído en medio de una hecatombe.  Aquella experiencia me indica hoy dos cosas: (1) La alternativa al oficialismo debe ser construida con urgencia; no se puede esperar al 2011. (2) El frente tiene que  tener un proyecto muy definido. Hay que acordar que se haría en caso de llegar al gobierno. Es sobre estos temas que he empezado a hablar con dirigentes como Julio Cobos, Elisa Carrió  y la conducción de la UCR, entre otros”.

miércoles, 14 de enero de 2009

Sabbatella, la carta de quiebre de Kirchner para ganar la provincia

El ex presidente impulsa y financia una falsa boleta opositora que lleve al intendente de Morón como cabeza. Busca robar puntos del electorado de centro izquierda que perdió el kirchnerismo en 2008 y que hoy votarían a la oposición. Así, el candidato oficialista ganaría con poco más de 30 puntos. Los gastos irregulares de la intendencia y sus contactos piqueteros y bonaerenses.

Por Nicolás Fiorentino  |  26.12.2008 16:53:00

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Sabbatella, la carta de quiebre de Kirchner para ganar la provincia

En la guerra electoral que tendrá lugar en terreno bonaerense en 2009, Néstor Kirchner ya eligió a su caballo de Troya. Aplicando una vieja estrategia que supo hacer escollos en la era dorada del menemismo, el ex presidente apunta a robarle votos a la oposición financiando falsas oposiciones. Su carta, hoy, se llama Martín Sabbatella.

El intendente de Morón tiene un pleno perfil de centro izquierda, justamente el electorado que más se alejó del gobierno en la gestión de Cristina Kirchner tras el ataque al agro y las políticas económicas. Esa es la cuña con la que Kirchner quiere sacarle de las manos entre 6 y 8 puntos a lo frentes que se presentarán –ya sea Felipe Solá, De Narváez o Margarita Stolbizer-, dejar a sus rivales atomizados en polos de 15 a 20 puntos y erigir una figura K, como Sergio Massa o Florencio Randazzo, que se quede con el trono victorioso con poco más de 30 puntos, el piso histórico del PJ.

El plan de Kirchner no eligió a Sabbatella al azar. Va por su tercer período al frente del partido que supo ser terreno peronista en manos del siempre polémico Juan Carlos Rousellot, con números que asombran. Con apenas 29 años, sacó 55,6% en 1999, 53 en 2003 y mantuvo esos números en 2007. “En la última elección ganó en todas las mesas” consignó a La Política Online un dirigente opositor, para dar cuenta de su poderío.

Desde esa localidad del oeste, confirmaron a La Política Online que ya están en marcha los primeros pasos del armado y que incluso Kirchner ya bajó “los primeros cheques”. Lo extraño, es que las opiniones afirman que el que se lleva a cabo es, en realidad, el plan B.

“El A era llevarlo en la lista del Frente para la Victoria, pero él no va a agarrar porque extrañamente es anti-peronista. El plan B, entonces, sería una colectora provincial que robe la parte de centro izquierda que perdió en la provincia el kirchnerismo”, detalló un vocero del peronismo local, quien, entre risas, agregó: “Típica jugada del Chueco”, nombrando por su apodo a Juan Carlos Mazzón, el armador estrella del patagónico.

El plan, incluye armar alianzas con los piqueteros que rompieron con el gobernador Daniel Scioli, donde Sabbatella cuenta con excelentes contactos.

De piquetes y frepasistas

Algunos ponen al secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, como el nexo de Sabbatella con la Casa Rosada. Sin embargo, en su pasado aparecen otros hilos conductores.

El actual intendente de Morón llegó a su sillón de la mano de la Alianza. Antes, había sido concejal con el Frepaso, gracias a su amistad con Carlos “Chacho” Álvarez. Luego, cuentan, se alejó del secretario del Mercosur y comenzó una muy buena relación con Aníbal Ibarra. “Pero cuando pasó la tragedia de Cromagnon, también se alejó de él”, argumentan.

Por eso, entabló contacto directos con los piquetes, apoyado en su condición de dirigente izquierdista. Puntualmente, con el Movimiento Evita, que tiene una presencia muy fuerte en Morón por intermedio del sociólogo Edgardo Binstock, ex secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires. Inclusive el Director General de Cultura y Educación bonaerense, Mario Oporto, pidió contarlo para las filas K.

Hoy, quienes lo conocen apuntan que Sabbatella pasa poco tiempo en la intendencia y mucho en la Capital. Su bunker, es una oficina ubicada a pocos metros del Congreso Nacional.

Financiación K

Sabbatella es un hombre de perfil alto y con el orgullo también por las nubes. Los gastos en publicidad de la intendencia afloran desde los 20 millones en 2007 hasta los 40 en 2008, según fuentes de Morón.

Pero esa financiación le costó serias denuncias desde el peronismo moronense, el principal rival político del intendente.

“Le bajaron la plata para el Hospital de Morón y todavía ni siquiera lo licitó. No sabemos donde está ese dinero. A su vez, la Nación le dio plata para hacer 30 cuadras de asfalto en la calle Goria y él, extrañamente, se la cobró a los vecinos mediante impuestos”, contó una fuente peronista.

Otra de las quejas en cuanto a su gestión es que el año pasado aumentó 100 por ciento la tasa municipal y ahora, un 25. “Pagamos acá impuestos más caros que en Olivos”, comparaba el dirigente local.

Lo que nadie duda en Morón es de donde llegará el dinero para financiar su campaña, aunque enfrente a los propios candidatos del Frente para la Victoria. “La plata, la baja Kirchner”, confiesan tristes los peronistas que se sienten traicionados y aislados por el presidente del PJ.

ALFONSÍN Y LA DEMOCRACIA DE LOS ARGENTINOS


 
por Diego Barovero*

En la vida de los pueblos suele ocurrir que aparecen hombres providenciales destinados a ocupar un lugar de relevancia fundamental en la historia de las naciones. Son hombres (o mujeres) cuya vida, prédica, ejemplo y accionar resulta decisiva en determinada circunstancia histórica para guiar a sus compatriotas en momentos cruciales, capaces de inspirarlos y canalizar el espíritu de cambio que anida en los corazones y mentes.

Sin lugar a dudas la figura de Raúl Ricardo Alfonsín corresponde a esta categoría de seres humanos, la de los hombres providenciales.

Porque: ¿Cuál hubiera sido la historia de la República Argentina sin el triunfo de Alfonsín y la Unión Cívica Radical  en las elecciones del 30 de octubre de 1983?

Sin ánimo de iniciar un ejercicio de ucronía, debemos sincerarnos y reconocer que seguramente la historia argentina de estos últimos veinticinco años hubiese sido otra.

Por lo pronto y a mero título de ejemplo, no hubiera habido juicio a las Juntas Militares y por ende se habría consagrado la impunidad de la represión ilegal, tal como lo planteaban la plataforma y el candidato del PJ Italo Lúder al sostener la legalidad de la ley de facto de autoamnistía.

No se hubiera creado la CONADEP ni habría habido investigación acerca de las gravísimas violaciones a los derechos humanos en tiempos de la dictadura militar. Vale señalar que la CONADEP fue un organismo independiente integrado por los más prestigiosos representantes de diversos ámbitos del quehacer nacional y que el justicialismo rechazó participar de ella y de su labor.

No se hubiera alcanzado el tratado de paz y amistad con la hermana República de Chile en el conflicto por el canal de Beagle siguiendo el laudo dictado por su santidad Juan Pablo II y ratificado por una abrumador mayoría de la ciudadanía en una consulta popular ejemplar, a la que el peronismo convocó activamente a no votar o votar en contra del instrumento pacificador.

Herminio Iglesias hubiese sido gobernador de la provincia de Buenos Aires y Lorenzo Miguel en su carácter de vicepresidente 1° en ejercicio de la presidencia del Consejo Superior del Partido Justicialista (por ausencia de su presidente María Estela Martínez de Perón) hubiera sido el hombre fuerte del gobierno de Luder, y por ende se habría consagrado la preeminencia de la "patota sindical" por sobre el diálogo político y el respeto a la libertad de expresión y el disenso. Se habrían exacerbado las pautas corporativas de nuestra sociedad en detrimento de la democratización de nuestra cultura.

No vale la pena extenderse más para concluir que muy diferente hubiera sido la historia de los últimos veinticinco años sin Alfonsín y la UCR.

También por ello, Raúl Alfonsín está siendo destinatario en vida del reconocimiento que quizá imaginó para cuando ya no estuviera en este mundo. No me refiero al merecido tributo que constituye la inclusión de su imagen en el Salón de los Bustos de la Casa Rosada ni mucho menos a la mera ceremonia de homenaje vacío y plagado de lugares comunes y alabanzas huecas que le dedicó nuestra señora Presidente y a la que el gran repúblico respondió con una verdadera cátedra de civismo. Me refiero al tributo que cotidianamente y desde los más inesperados espacios se han dedicado en este último tiempo a reivindicar con justicia el rol y la personalidad del presidente de la restauración democrática.

Le correspondió ser el primer presidente de la democracia renacida en 1983 en gran medida por su prédica positiva, convocante y exenta de revanchismo, pero de profundo sentido libertario. Vale tan sólo mencionar la emoción que provocaba entonces cuando cerraba sus alocuciones públicas (en todos los mitines que organizó desde las más importantes concentraciones urbanas hasta los más recónditos rincones de la vasta geografía nacional) pronunciando el Preámbulo de la Constitución Nacional, por él convertido en rezo laico, santo y seña de la cruzada democratizadora. Y también fue sin duda el artífice indispensable de la consolidación del sistema democrático, no solamente como forma de gobierno sino como modo de vida ya definitiva e inexorablemente incorporado a la cultura argentina.

Todos sabemos y recordamos que se vivieron momentos complicados, harto difíciles durante su mandato, donde  debimos aprender a convivir en democracia más allá de las lógicas y esperables diferencias y defenderla de las acechanzas que, en aquellos años fundacionales con mayor ahínco, se hicieron notar. 

Vivir en democracia aparece ahora como una situación normal para las generaciones más jóvenes, por caso, para los chicos de cuarto año a quienes me toca enseñarles derecho constitucional en las aulas del Colegio Nacional de Buenos Aires. A veces me parece notable que vivan como algo lógico el normal desenvolvimiento de las instituciones democráticas o el proceso electoral que cada dos años vivimos en nuestro país. Es que han tenido el privilegio de nacer con la democracia felizmente consolidada en la Argentina en gran medida por obra de Alfonsín quien para ellos es como un personaje de los libros de historia. ¡Y vaya si lo es! 

Para mí, cuando tenía la edad de estos jóvenes que hoy son mis alumnos, fue bien diferente ya que me tocó vivir el renacimiento democrático al que Alfonsín estará indisolublemente ligado no sólo en mi memoria sino en el imaginario colectivo.

Es que Alfonsín, entre sus muchos méritos, supo interpretar mejor que nadie ese anhelo popular, esa pulsión colectiva que clamaba por la democratización de nuestra vida como sociedad.

Hoy, a un cuarto de siglo de aquellas jornadas históricas, y tras el más largo período de vigencia de las instituciones republicanas desde comienzos del siglo XX, el pueblo - aún aquellos que disienten con su filosofía y sus principios políticos - se lo reconoce con respeto y hasta con gratitud.

Porque Alfonsín conserva esa virtud comunicativa y carismática con la sociedad desde sus días de campaña de 1983 cuando recorrió dos veces el territorio de la república llevando su mensaje democratizador. Aún hoy irradia esa simpatía campechana propia de los políticos de raza, que tanto escasean por estos tiempos, ese aire patriarcal y paternal que él mismo cultiva, sentimiento sin duda unido a la circunstancia de que se lo siente un poco el padre de ese renacimiento de las esperanzas que significó el retorno de las instituciones democráticas que en la conciencia colectiva permanecerá por siempre unido a su figura.

No cuesta entender ese sentimiento, porque Alfonsín aparece ante los ojos de los argentinos - aún aquellos que no comulgan con sus ideas ni practican su credo cívico - como un hombre de bien, un líder decente, que conserva la virtud de haber actuado honestamente y haber sido absolutamente fiel a sus ideas, lejos del travestismo ideológico tan en boga desde que él dejara la presidencia, al que no nos terminamos de acostumbrar. Pero además y empardándose con los grandes prohombres del radicalismo histórico que fueron y son ejemplo de honradez proverbial como Alem, Yrigoyen, Alvear, Sabattini, Illia, Balbín, no pesaron ni pesan sobre él acusaciones ni sospechas de enriquecimiento personal o de corrupción como lamentablemente ocurre con muchos de quienes lo sucedieron.

No tengo la fortuna de poder llamarlo ni considerarme amigo de Alfonsín. Lo he visto y he podido hablar con cierta intimidad pocas veces. Pero guardo en mi recuerdo una anécdota que lo pinta de cuerpo entero como el verdadero zoon politikon que es.

En 2005 tuve el honor de ser candidato a diputado nacional por la Capital Federal en las listas de la UCR y en plena campaña electoral organizamos desde el Instituto Nacional Yrigoyeneano la presentación del libro del historiador Guillermo Gasió sobre la segunda presidencia de Yrigoyen, que constituye la más detallada y objetiva investigación publicada sobre el período y su protagonista. Lo presentamos juntos con Raúl Alfonsín en un acto no sólo académico y cultural sino político realizado en el Comité de la Capital de la UCR. Al finalizar el mismo, lo acompañé hasta hasta la puerta del local y a través del trayecto hasta la salida eran cada vez más los simpatizantes que se acercaban a él para saludarlo, besarlo, tocarlo y nos iban alejando, hasta separarnos completamente. Ya en la calle, su hijo Ricardo lo ayudó a introducirse en el automóvil que lo devolvería nuevamente a su casa. Una vez en la vereda me acerqué a la ventanilla tan sólo para decirle "Hasta siempre, presidente, gracias". No terminé la frase, que Alfonsín había abierto la puerta y dificultosamente salió del coche para abrazarme y despedirse con palabras que denotaban una familiaridad que no teníamos, pero que eran refelejo de su satisfacción por la exitosa reunión y que nunca olvidaré por reconfortantes: "Chau Barovero y gracias... ¡Metele, Barovero, metele!", dicho lo cual volvió a sentarse en el automóvil que partió raudamente. Así es don Raúl, el hombre superó las ocho décadas de vida y que hace 25 años nos devolvió a los argentinos la democracia y nos enseñó a valorarla y cuidarla.

Octavio R. Amadeo en "Vidas Argentinas" al referirse a la vejez de una figura consular de nuestra Patria dice: "le fué otorgada la vejez, que es casi un virtud. Y cuando se llega a ella con salud moral y física, con utilidad social, es como una santidad...Fué un gran viejo; la vejez es una dignidad y una virtud. Producir un viejo es un éxito de la naturaleza y una victoria de la raza". El sayo le cabe con creces al insigne Raúl Ricardo Alfonsín, que es grande sin haber pretendido querer serlo.

sábado, 3 de enero de 2009

DEMOCRACIA KK

Es importante que todo el pueblo conozca esto. Si sos un digno ciudadano, difundilo.
Para que nuestra dignidad sea respetada como se merece, por ser ciudadanos de buena fe.

Apretaron mal a la Iglesia.
Apretaron al Campo.
Apretaron a los medios y periodistas.
Forrearon a las FFAA. (que se quedaron bien calladitas)
Nunca una conferencia de prensa.
Apretaron mal a la oposición.
Apretaron a la Industria.
Apretaron a la Justicia.
Transformaron el Congreso en escribanía.
Extorsionan y patotean a gobernadores, e intendentes.
No llenan una tribuna sino es con dádivas, planes, micros, Realmente autoconvocados NO TIENEN A NADIE!!!
Ultrajaron el Indec.
Mataron a López.
Mataron a Juan Castro.
Mataron a Carlos Marriera ( lo habían traído por 100 $ )
Mataron a Juan Valdez ( en el acto de Tucumán )
Mataron a los policías en La Plata.
Se cagaron en los 400.000 electores de Patti. (aprobado como candidato por la Cámara Electoral )
Pisaron a los maestros de Río Gallegos. (El homicida Varcizat libre bajo fianza de $ 50.000,00 y hoy viviendo en Buenos Aires)
Patotearon a los manifestantes en Pza. de Mayo.
Dejan que la delincuencia no pague.
Dan prisión domiciliaria a los violadores.
Ignoraron y verduguearon a Macri.
Antes denunciaron falsamente a Enrique Olivera.
Hicieron y hacen terribles negocios con la obra pública.
Compran los votos de los legisladores.
Son más corruptos que todos los Presidentes anteriores juntos.
Nos aislaron del mundo.
La gente dice: ´Que caro que es Brasil, o Uruguay, o Chile´. Falso, lo que pasa es que Argentina esta devaluada, no existimos.
Tenemos una economía cerrada.
Vivimos una fantasía. Cuando haya que poner las cosas en su lugar, ahí se van a ver los pingos.
Tienen fuerzas de choque y patoteros pagos..
Y ahora la nueva, Observatorio de Información.
Se convirtieron en lo que criticaron, terrorismo de estado.

Estas de acuerdo? Acordate que :
· NO HAY INFRAESTRUCTURA VIAL
· NO HAY SALUD
· NO HAY SEGURIDAD
· NO HAY EDUCACIÓN
· NO HAY PREVISIÓN ENERGETICA
· NO HAY COMBUSTIBLES
· NO HAY CARNES
· NO HAY LECHE
· NO HAY ESTRATEGIAS NI POLÍTICAS

Pronto tampoco va a haber propiedad privada ni libertad.

CONTADOR DE VISITAS