miércoles, 14 de enero de 2009

Sabbatella, la carta de quiebre de Kirchner para ganar la provincia

El ex presidente impulsa y financia una falsa boleta opositora que lleve al intendente de Morón como cabeza. Busca robar puntos del electorado de centro izquierda que perdió el kirchnerismo en 2008 y que hoy votarían a la oposición. Así, el candidato oficialista ganaría con poco más de 30 puntos. Los gastos irregulares de la intendencia y sus contactos piqueteros y bonaerenses.

Por Nicolás Fiorentino  |  26.12.2008 16:53:00

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Sabbatella, la carta de quiebre de Kirchner para ganar la provincia

En la guerra electoral que tendrá lugar en terreno bonaerense en 2009, Néstor Kirchner ya eligió a su caballo de Troya. Aplicando una vieja estrategia que supo hacer escollos en la era dorada del menemismo, el ex presidente apunta a robarle votos a la oposición financiando falsas oposiciones. Su carta, hoy, se llama Martín Sabbatella.

El intendente de Morón tiene un pleno perfil de centro izquierda, justamente el electorado que más se alejó del gobierno en la gestión de Cristina Kirchner tras el ataque al agro y las políticas económicas. Esa es la cuña con la que Kirchner quiere sacarle de las manos entre 6 y 8 puntos a lo frentes que se presentarán –ya sea Felipe Solá, De Narváez o Margarita Stolbizer-, dejar a sus rivales atomizados en polos de 15 a 20 puntos y erigir una figura K, como Sergio Massa o Florencio Randazzo, que se quede con el trono victorioso con poco más de 30 puntos, el piso histórico del PJ.

El plan de Kirchner no eligió a Sabbatella al azar. Va por su tercer período al frente del partido que supo ser terreno peronista en manos del siempre polémico Juan Carlos Rousellot, con números que asombran. Con apenas 29 años, sacó 55,6% en 1999, 53 en 2003 y mantuvo esos números en 2007. “En la última elección ganó en todas las mesas” consignó a La Política Online un dirigente opositor, para dar cuenta de su poderío.

Desde esa localidad del oeste, confirmaron a La Política Online que ya están en marcha los primeros pasos del armado y que incluso Kirchner ya bajó “los primeros cheques”. Lo extraño, es que las opiniones afirman que el que se lleva a cabo es, en realidad, el plan B.

“El A era llevarlo en la lista del Frente para la Victoria, pero él no va a agarrar porque extrañamente es anti-peronista. El plan B, entonces, sería una colectora provincial que robe la parte de centro izquierda que perdió en la provincia el kirchnerismo”, detalló un vocero del peronismo local, quien, entre risas, agregó: “Típica jugada del Chueco”, nombrando por su apodo a Juan Carlos Mazzón, el armador estrella del patagónico.

El plan, incluye armar alianzas con los piqueteros que rompieron con el gobernador Daniel Scioli, donde Sabbatella cuenta con excelentes contactos.

De piquetes y frepasistas

Algunos ponen al secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, como el nexo de Sabbatella con la Casa Rosada. Sin embargo, en su pasado aparecen otros hilos conductores.

El actual intendente de Morón llegó a su sillón de la mano de la Alianza. Antes, había sido concejal con el Frepaso, gracias a su amistad con Carlos “Chacho” Álvarez. Luego, cuentan, se alejó del secretario del Mercosur y comenzó una muy buena relación con Aníbal Ibarra. “Pero cuando pasó la tragedia de Cromagnon, también se alejó de él”, argumentan.

Por eso, entabló contacto directos con los piquetes, apoyado en su condición de dirigente izquierdista. Puntualmente, con el Movimiento Evita, que tiene una presencia muy fuerte en Morón por intermedio del sociólogo Edgardo Binstock, ex secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires. Inclusive el Director General de Cultura y Educación bonaerense, Mario Oporto, pidió contarlo para las filas K.

Hoy, quienes lo conocen apuntan que Sabbatella pasa poco tiempo en la intendencia y mucho en la Capital. Su bunker, es una oficina ubicada a pocos metros del Congreso Nacional.

Financiación K

Sabbatella es un hombre de perfil alto y con el orgullo también por las nubes. Los gastos en publicidad de la intendencia afloran desde los 20 millones en 2007 hasta los 40 en 2008, según fuentes de Morón.

Pero esa financiación le costó serias denuncias desde el peronismo moronense, el principal rival político del intendente.

“Le bajaron la plata para el Hospital de Morón y todavía ni siquiera lo licitó. No sabemos donde está ese dinero. A su vez, la Nación le dio plata para hacer 30 cuadras de asfalto en la calle Goria y él, extrañamente, se la cobró a los vecinos mediante impuestos”, contó una fuente peronista.

Otra de las quejas en cuanto a su gestión es que el año pasado aumentó 100 por ciento la tasa municipal y ahora, un 25. “Pagamos acá impuestos más caros que en Olivos”, comparaba el dirigente local.

Lo que nadie duda en Morón es de donde llegará el dinero para financiar su campaña, aunque enfrente a los propios candidatos del Frente para la Victoria. “La plata, la baja Kirchner”, confiesan tristes los peronistas que se sienten traicionados y aislados por el presidente del PJ.

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